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En un típico e interesante pasillo de Cartagena, ubicado en la calle Baloco del Centro, se encuentra uno de los restaurantes más antiguos y reconocidos de la ciudad. La Vitrola Bistro Bar, nombre que lleva más de 25 años desde cuando era antes el after party de los cartageneros, es un tertuliadero que funciona como bar-restaurante desde los años en que se fueron reemplazando las casas de bahareque, palmas y tablas por grandes mansiones de calicanto, como lo es hoy esta casa, que tiene una decoración al estilo cubano, pero que conserva ante todo su parte colonial.
La Vitrola es el conjunto de pequeñas cosas donde llegas y encuentras un toquecito de la música agradable para acompañar una buena cena” expresa Gregorio Herrera, administrador del restaurante.
Al entrar, se encuentra uno con un piano viejo, adornado con la vitrola que es un instrumento musical que reproducía los discos dándole cuerda. Quien entre se encanta viendo todo lo que hay en el interior de esta habitación: abanicos de techo color verde oscuro de la antigüedad, baúles donde se guardan las cartas de comidas, postres y vinos. En una esquina está la orquesta y hay tres salas o plazas como son llamadas. La plaza uno, que es la plaza del bar, la plaza dos de los vinos y otra que funciona como sala de espera.
"Indudablemente la plaza uno es la que más solicitan, porque tiene una vista hacia un estrecho pasillo de muralla, que conecta con la avenida Santander y al fondo la playa", cuenta Herrera.
¿Qué se puede comer? La carta inicia con entradas frías como el steak de atún, con láminas de aguacate y mango, la causa cartagenera que lleva camarones, papa amarilla, aguacate, que van desde los 16.588 hasta los 23.200 pesos. Las entradas calientes como el langostino de tamarindo, empanadas vietnamitas que son de camarón, col chino y jengibre, van desde los 29.348 pesos. En las ensaladas principales está la ensalada a la vitrola, que es a base de lechuga, tomate, palmitos, mozarella, alcaparras, tocineta y huevo codorníz, también hay una variedad en pastas que van desde los 20.000 hasta 40.000 pesos, pescados y mariscos, aves y carnes, paltos fuertes como ropa vieja habanera que vale 27.000 pesos hasta los 56.000 pesos, postres desde 12.000 pesos, y si se trata de bebidas, hay buenos vinos, chilenos, argentinos, españoles, italianos, de 92.000 pesos hasta el cabo de hornos en 497.640 pesos.
En este lujoso restaurante, aún quedan restos de antigüedades, pertenecientes a la historia de Cartagena, como sus lámparas, los baúles y cuadros que trasladan a momentos remotos de la ciudad. Las paredes todavía conservan la textura rústica, el piso no es de baldosas brillantes pero, no hay grandes mesas, ni amplios manteles, pero se encuentra el lujo de la historia, con la herencia de una casa antigua, en una de las calles más importantes de la Cartagena amurallada.
Horarios 12:00 m a3:00 p.m y 7:00 pm a 12:00pm